viernes, 13 de enero de 2012


POLÍTICA EXTERIOR DEL GRAN IMPERIO ESPAÑOL

El imperio español durante los reinados de Carlos I y Felipe II llegó a su máxima extensión en Europa y América. Pero para asegurarse como gran potencia europea y defensor del catolicismo, la Corona se tuvo que mantener en una lucha constante.

                             Lucha contra los protestantes.

Se rompe la unidad católica, como consecuencia de la reforma religiosa protestante iniciada por Martin Lutero y su reforma con las 95 tesis, que criticaban las prácticas da la iglesia. Se convocó la Dieta de Worms, presidida por el emperador Carlos V, para pedir a Lutero su retractación, pero este se negó y se puso bajo la protección de Federico de Sajonia. El protestantismo fue adoptado por príncipes alemanes y de Flandes. En Inglaterra Enrique VIII se separó de la Iglesia de Roma.
El objetivo de Carlos V era preservar la unidad religiosa y defender la autoridad del Papa, por lo que combatió el protestantismo.
El enfrentamiento tuvo ámbito político-militar, y religioso. Derrotaron a los príncipes protestantes en la batalla de Mühlber pero aquí no se acabó con el problema. En 1554 el concilio de Trento se establecieron los principios de la contrarreforma. En 1555 se llegó a la Paz de Agsburgo, donde cada príncipe podía elegir la religión de su estado.

Lucha con Francia.

Carlos I y Francisco I de Francia se enfrentaron por dominar reinos de Italia, como el Milanesado, y por Flandes y Borgoña. Carlos I venció en la batalla de Pavía en 1525, y debido a la actitud profrancesa del Papa, Carlos I saqueó Roma en 1527.
Felipe II continuó con conflictos con Francia. Los tercios españoles vencieron en San Quintín (1557) y se firmó la Paz de Cateau-Cambresis (1559), seguido de un periodo de tranquilidad. Pero en la guerra de religión en Francia, Felipe II apoyó a los católicos frente a los hugonotes (protestantes seguidores de Calvino), ante el interés de Enrique de Borbón (hugonote) por el trono. Enrique se convirtió al catolicismo y subió al trono y España y Francia firmaron la Paz de Vervins (1598).

Disputa con Inglaterra.

Inglaterra había sido aliada de España desde los reyes Católicos frente a Francia. Felipe II se caso con María Tudor, hija de Enrique VIII, reina de Inglaterra y católica. Pero como murió sin descendencia el trono paso a su hermanastra Isabel I, de religión anglicana, y que apoyó a los protestantes de Flandes, deseosa de competir por el dominio del Atlántico y el control del comercio americano, protegió a corsarios que atacaban barcos españoles. Felipe II decidió atacar con la Armada invencible, pero esta fue derrotada y destruida ya que estaba acostumbrada al mediterráneo.

El dominio del Mediterráneo.

El imperio otomano, una gran potencia en el Mediterráneo, ocupó Constantinopla, paso a ser su capital (Estambul).Y quería expandirse por el centro de Europa y el Mediterráneo occidental. Practicaban la piratería y atacaban poblaciones costeras obtenían botín y esclavos. Carlos I con éxito ataco Túnez, pero fracasó en Argel.
Con Solimán el Magnífico tuvieron el máximo esplendor y amenazó todo el mediterráneo, se apoderó de Chipre y Túnez. Se unieron España, Venecia y el Papado, en la Santa liga y vencieron en Lepanto, alejando así el problema turco del Mediterráneo. 

La rebelión de los Países Bajos.

La guerra de los Países Bajos, guerra de los 80 años (1568-1648)
Causas:
1.       Causas económicas: descontento de los sectores burguesas ante los fuertes impuestos.
2.       Causas políticas: surgimiento de un sentimiento nacionalista.
3.       Causas religiosas, división de los territorios por diferencias de religión. En el sur, católicos-Unión de armas. En el norte calvinistas-Provincias Unidas de Holanda.
4.       Desprecio del rey por ser extranjero.
La primera rebelión en 1566, Flandes contó con el apoyo de Francia e Inglaterra. Al frente de los rebeldes, el duque de Horn, de Egmonty el príncipe de Orange. Felipe II envió a los tercios con sus mejores generales, el duque de Alba Luis de Requeses y Juan de Austria, ejercieron una dura represión.
El sur acepto la obediencia a Felipe II, pero el norte continuó la lucha por la independencia. La rebelión nunca fue controlada y Felpe II acabó designando a su hija Isabel Clara Eugenia gobernadora con derecho a sucesión, pero como no tuvo descendencia, los Países Bajos revertieron a la Corona española y se reabrió el conflicto.


1 comentario:

  1. Entrada correcta, salvo en el título. Hablar de "Gran Imperio Español" tiene connotaciones que no son correctas desde un punto de vista académico.
    Atentamente,

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