domingo, 22 de enero de 2012


El Camino de Santiago

El apóstol Santiago, según la tradición, predicó el Cristianismo en la Hispania romana antes de regresar a Palestina donde fue decapitado. Después sería trasladado de nuevo a Hispania por sus discípulos para ser enterrado en Galicia. Según la leyenda, en el siglo IX (814) el obispo Teodomiro, descubrió los restos del apóstol. En el lugar del hallazgo, el monarca asturiano Alfonso II ordenó erigir una iglesia (origen de la actual Catedral de Santiago de Compostela). La noticia se difundió rápidamente por toda la cristiandad y Santiago de Compostela se convirtió en objetivo fundamental de las peregrinaciones cristianas, desplazando a las de Jerusalén y Roma. Alfonso II, que necesitaba de un elemento aglutinador para la consolidación de su reino, convirtió al apóstol en un símbolo del combate contra el islam, naciendo así la imagen de Santiago Matamoros.
Durante el siglo X, las condiciones para el desarrollo de la peregrinación compostelana fueron poco favorables, debido a la inseguridad del Camino y a la concentración de los cristianos en la defensa frente al califato de Córdoba. A partir del siglo XI, Compostela se convirtió en uno de los principales centros de peregrinación de la Cristian­dad, coincidiendo con el crecimiento y la expansión económica que se producen en toda Europa; y los monarcas de Navarra, Aragón, Castilla y León estimula­ron la construcción de monasterios, puentes, caminos y hospitales con la voluntad de atraer a peregrinos de toda Europa. Los monarcas obtenían importantes beneficios del paso de peregrinos por su reino.
Aportaciones del Camino:
  • Vía de entrada de nuevas ideas, costumbres y mercancías de distintos puntos de Europa.
  • Por él se expandieron también los nue­vos estilos artísticos, Románico y Gótico, que triunfaban en el continente.
  •  Desarrollo de las ac­tividades económicas: artesanales y comerciales.
  • Florecimiento de nuevas y prósperas ciudades. La animación del Camino alentó la llegada de diversos grupos de artesanos y mercaderes, fundamentalmente extranjeros, que terminaron asentándose con un carácter permanente en diferentes lugares de la ruta, dando lugar al nacimiento de diferentes núcleos urbanos o burgos. Estos extranjeros fueron denominados francos, aunque no siempre procedieran de Francia. Los habitantes de estos burgos recibieron importantes privilegios en los fueros de fundación de sus ciudades.
  •  Vinculación entre los reinos cristianos de la península Ibérica y los países europeos. Gracias a él llegaron a tierras hispanas numerosas corrientes de pensamiento, elementos literarios y artísticos, así como diferentes hábitos de comportamiento. La comunicación se dio también a la inversa y la Europa cristiana conoció por medio de la ruta el legado cultural hispano


En los últimos siglos de la edad media, la peregrinación a Compostela experimentó cierto retroceso debido a la peste negra y a las frecuentes guerras europeas.

2 comentarios: